Es para mí un honor poder escribir estas líneas como Hermano mayor de nuestra Cofradía.
En primer lugar, quiero dar gracias a Dios por este regalo que me hace, estar al frente de una Cofradía es un sueño que desde pequeño he tenido y ahora lo veo cumplido.
Desde aquí, dar también las gracias a todos los hermanos y hermanas en mi nombre y en nombre de la nueva Junta de Gobierno por la confianza que habéis depositado en nosotros. En los tiempos que corren tenemos un arduo trabajo para con nuestra Cofradía. No dejo de reconocer que son momentos difíciles, que somos una Cofradía joven y como tal tenemos que crecer. Sé que con esfuerzo, dedicación y constancia por parte de todos poco a poco lo iremos consiguiendo.
Dios es muy grande y nos regala la mejor herramienta para conseguirlo, una herramienta que no se compra, sino que cada uno llevamos dentro, nace con nosotros y en nuestro corazón, solo hay que despertarla y utilizarla. Es el AMOR
, ese amor hacia Dios y hacia los demás.
Confío plenamente en el Espíritu Santo que habita en cada uno de nosotros, hagamos uso de nuestra herramienta, y vivamos nuestra Cofradía en la Fe y en la devoción hacia Jesús de Medinaceli, hacia la Santísima Virgen María y el Discípulo Amado.
El Papa Francisco decía: Me da pena y tristeza ver a los jóvenes jubilados
. Pues en nuestra Cofradía solo tendrá alegrías. Vivamos una Cofradía de jóvenes y para los jóvenes. Ellos, por el mero hecho de estar ahí, junto a Jesús, se merecen heredar una Cofradía sólida, con unos fuertes cimientos, llena de amor y felicidad. La felicidad construye, edifica. Y eso se consigue con compromiso y entrega.
Desde aquí hago un llamamiento a los jóvenes. Venid, venid con amigos, haceos Nazarenos, Hermanas de Devoción, Costaleros, en una palabra, haceos Hermanos de la Cofradía del Discípulo Amado y Jesús de Medinaceli.
Una vez más quiero dar gracias a todos los hermanos y hermanas, ya que sin vuestra ayuda, trabajo y apoyo incondicional, esta Cofradía no habría salido adelante. Y ahora con todo el respeto que os merecéis, me vais a permitir y me tomo la libertad de dedicarle unas palabras a la persona que con su amor y cariño ha hecho que este hoy aquí:
Querida Montse, te doy gracias porque me animaste, y junto a nuestras hijas nos hicimos Hermanos de esta Cofradía. Gracias a ti y al Espíritu Santo hoy estoy viendo cumplido un deseo que desde pequeñito siempre soñé. Todos los Lunes Santos, cuando empieza a salir Jesús por debajo del umbral del arco de nuestra iglesia, miro al cielo y sonrío, porque sé que desde allí, junto a él y a todos los Hermanos que os acompañan, derramaréis toda la fuerza del Espíritu Santo sobre cada uno de nosotros.
Te quiero y te mando un beso con todo el cariño de mi corazón.
¡¡Que el Amor de Dios nos ayude a seguir adelante!! ¡¡Permite Señor que se abran todas las puertas y todos los caminos, danos la luz en la oscuridad y nunca te apartes de nuestras vidas!! Y que la Bendición del Padre descienda sobre todos nosotros.
AMÉN
Un fraternal abrazo,
Santiago Capote
D. Santiago Capote Castillo